Crónica del 10/08/2015
Tras un pequeño madrugón y varias puestas a punto, arrancamos motores hacia Cardaño de Abajo, pueblo en el que dejaremos los coches y desde donde iniciaremos la subida al Espigüete desde el lado Sur.
Las primeras luces ya nos saludan
De camino a Cardaño de Abajo vemos el objetivo de hoy
Partimos a las 8:30 con un día muy despejado y fresco a estas primeras horas. El camino nos lleva por un cómodo sendero, que a veces queda en la sombra y a veces al sol. La subida ligera nos permite ir calentando las piernas para lo que nos espera más adelante.
Empezamos a subir por la senda, buen calentamiento
Da gusto caminar rodeados de verde
Alguno no puede esperar a subir la "roquita"
Cuanto más nos acercamos a lo que es la subida en si más nos distanciamos, cada uno a su ritmo, pero siempre a ojo de los compañeros. Gael y Xaquín avanzan como tête de la course, Inma, Lía y yo como pelotón y Luis y Quino como arrière du peloton, debido a un cambio de calzado que los retrasó.
Panorámica previa a la ascensión propiamente dicha
Pequeño descanso antes de subir
El ascenso se hace agradable, pero empinado, como reflejan las fotos que acompañan. Hay que decir que pese a lo temprano, cuando no soplaba el viento, el calor era considerable. Avanzamos por senda bien marcada, si bien a veces hacemos el cabra y cada uno se busca su propio camino (como hizo un servidor), teniendo mejor o peor suerte.
Visto así asusta...
...pero se deja subir...
...¡ya casi estamos!
Ya en la cima, disfrutamos de las vistas que nos ofrece este pico, y comentamos la subida con otros grupos con los que coincidimos. Nos hablan sobre la subida por la cara Este y nos pica el gusanillo, pero será en otro viaje (a estas alturas ya he visto que mucha gente sube por ella, y es un objetivo para la próxima visita).
Vista hacia el Norte (se distingue la caída del Mazobre al pie de la foto)
Vista al Este, con el pico Este del Espigüete y el Curavacas
Vista hacia el Sur
Panorámica Norte-Este (insisto, menudo espectáculo)
Algunos posando para el futuro
Xaquín y Quino
Yo y Luis
Foto finish del grupo (de izquierda a derecha): Mikel, Lía, Inmaculada, Xaquiín (arriba) Luis, Gael, Quino (abajo)
Descansamos sobre una hora, debido a los distintos ritmos de subida a las posibilidades de cada uno, y decidimos bajar por la cara Norte, para terminar el día en la cascada de Mazobre.
La bajada es un poco empinada, pero no tiene demasiada dificultad, si bien hay que decir que en algunos puntos es necesario usar las manos para no resbalar u hacerse una avería. Recordar que es piedra suelta y engaña bastante.
Lo que nos queda por bajar
Y apenas llevamos nada
Alguno ya ha metido el turbo
De nuevo, espectacular vista hacia el Norte
En la pedrera cada uno baja como puede, a los pocos, corriendo, "esquiando" o de culo
Y por fin algo de fauna (que gusto andar como ellos)
Pero, como siempre, los problemas tienen que aparecer. Las botas de Lía no resisten la bajada por la pedrera, y tenemos que improvisar un agarre para que la suela no se desprende. Es durante esta operación cuando apoyo la cámara de fotos en una roca...y el resto es imaginable. Basta un despiste, no darse cuenta, y la cámara perdida. En este momento de desesperación, desando buena parte del camino, pero no consigo encontrar el punto exacto en el que la he perdido. En lo personal bastante abatido (era un regalo reciente y ya le tenía mucho cariño) vuelvo hacia abajo, pero no disfruto del resto de la ruta de bajada, y por ello no tengo fotos de la bajada e este día.
Y aún nos falta un susto extra. Dado que el grupo se encuentra totalmente desperdigado, Inmaculada sigue un sendero hitado que la envía cresteando hasta terminar algo antes de la llegada al refugio y nosotros seguimos otro que baja en recto hasta la cascada. Al llegar aquí nos ponemos nerviosos (decir que entre lentitud, problemas de botas y cámara son casi las 7 de la tarde). por suerte, el callo es el callo, y es ella la que nos ve mientras desciende al sendero.
Una vez reunidos proseguimos por la Senda de la cascada de Mazobre, sendero muy suave y ameno que nos ayuda a descansar los pies.
La conclusión de este día es que nunca, bajo ningún concepto, hay que dejar nada fuera de su sitio, error de novato.
Crónica del 11/08/2015
La noche anterior decidimos salir en misión rescate, a la vista de que el día anterior nos había cansado más de lo esperado, aunque esto nos costaría una de las subidas planeadas.
A las 10:30 dejamos el coche en el aparcamiento de la Senda del Mazobre, hora tardía para mi gusto puesto que el calor empezaba a apretar. Por suerte para nosotros, unas nubes generosas decidieron hacer turnos para taparnos y ayudarnos en la subida.
Gracias al inestimable GPS seguimos el sendero exacto del día anterior, y es aquí cuando Rastreator, alias Gael, obra el milagro. Este chico ya nos ha salvado un par de papeletas gordas en viajes anteriores, y en este no podía fallar. En poco más de 2 horas hemos recorrido un buen trecho y encontrado la cámara, suficiente para el día de hoy.
Ahora si aliviados, volvemos por la pedrera abajo hacia la cascada, para disfrutar del baño que no nos dimos (algunos) el día anterior.
Echando la vista atrás, se disfruta mejor de la ascensión al Espigüete, la cual no resulta difícil en lo técnico pero que requiere cierta constancia y encontrar el ritmo de uno mismo, pero que regala unas vistas que no se encuentran todos los días. Uno de esos picos que uno volvería a subir encantado.
Creo que este punto exacto no se me olvidará jamás
Gael (rojo) y un servidor disfrutando de un relajante baño
Este lugar merece venir solo para comer a su fresco y relajarse
El track de esta ruta aún no lo tengo disponible, pero en cuanto esté listo en Wikiloc os colgaré aquí el enlace.
